Saludos

Las fechas de este blog están ordenadas cronológicamente, por lo que si lo lees de principio a fin, tendrás la historia ordenada. Como un libro, vaya!

Bienvenidos a esta aventura de 9 días, que consiste en mi ruta en bicicleta desde Bilbao hasta Barcelona. He decidido ir a la aventura, sin determinar en qué pueblos voy a parar. Lo que he hecho antes de salir es elegir la ruta aproximada intentando evitar demasiados desniveles con la ayuda de google maps. He impreso el mapa en varias hojas para poder guiarme.
Es de interés comentar que aún la tecnología no permite tan fácilmente (o no es tan usual) llevar un navegador en el móvil. En este momento tengo un móvil nokia de teclas última generación, y las fotos las haré con mi cámara de compacta Sony.

Hace una semana he comprado una parrilla y alforjas para mi mountain bike para poder llevar algo de equipaje sin tener que cargar mochila en la espalda.
Como no soy ciclista y hace mucho tiempo que no cojo la bici, he salido dos o tres días para preparar mis piernas. Lo normal sería haber estado entrenando semanas antes para ir preparando el cuerpo.

Comencemos!!

Bilbao-Barcelona. Día 1. Parada en Iruña


He decidido hacer la ruta en verano. Mi destino será Barcelona, calculando que serán como 600 Km. Me lo tomaré con calma y ya me buscaré la vida para dormir en algún sitio durante los días que dure mi trayecto..

Llevo unos días preparándome, andando algo en bici y preparando la parrilla y las alforjas. Iré solo porque ningún amigo está tan loco como para hacer ese puntazo. Además tengo tiempo libre y algo hay que hacer.

Llegó el día y aprovechando que hace bueno he salido hoy, 7 de julio a las 9.30 de la mañana.

La carretera estaba perfecta y en hora y media estaba en Areatza.

Después de aquí llegó el puerto de Barazar, toda una matada para mí, que no estoy muy acostumbrado a los puertos, y he pedaleado como otra hora y media de subida. Arriba, en un restaurante me comí un gran bocata de Tortilla choricera y aproveché a reposar unos minutos.

La siguiente parada de descanso el pantano de Landa, a 20 km de Barazar. Allí descansé hasta el punto de quedarme un rato dormido y me comí un paquete de Beef Jerky para coger fuerzas.

Aquí estoy en Landa consultando mi ruta.

Hace muchísimo calor. Estamos en plena ola Sahariana, y sólo a mí se me ocurre salir hoy. No paro de beber agua.
Continuando mi camino, pedalea que pedalea, paraba a descansar de vez en cuando para coger fuerzas.

Tengo que decir que la clave para poder hacer muchos kilómetros con este calor ha sido Beber agua muy constantemente y parar a comer varias veces. Dee sta manera mi cuerpo siempre está hidratado y con energías para continuar.

En Larrea paré al frescor de la sombra de los soportales de la iglesia, y descansé 10 minutos.

Vaya careto de «reventao» por el calor y por el esfuerzo. En este momento ya había optado por ir en la bici en traje de baño y sin camiseta.

Menudas formas de descansar que tengo yo! Sí sí, ese soy yo, y no una pegatina en la pared.

 

Cuando ya iba 100 kilómetros, por la zona de Urbasa, me estaba planteando buscar un sitio para dormir, porque llegar a Pamplona en un solo día era algo que se me hacía imposible, aunque ánimos no me faltaban.
Mientras me lo pensaba, seguía pedaleando. En cuanto vi el cartel de que quedaban 40 kilómetros para Iruña, me decidí; Voy a llegar! Calculé que anochecería una hora antes de que llegase, y así fue. Anocheció 20 minutos antes de llegar a Berriozar. Tuve que utilizar las luces de la bici. Después de Berriozar por fin… Pamplona/Iruña! Lo he logrado. 155 km. 14 horas. Si es que soy un Bruto!

Hasta aquí llegué despechugado y en bañador. Solo me faltaba ir descalzo.
Aún hacía calor, pero decidí ponerme algo de ropa para entrar en la ciudad.

Ya me he cambiado de ropa para no dar imagen de «Matao»

A aprtir de Barriozar ya se veía mucha gente vestida de sanfermines, Yo no pegaba mucho allí en bici, pero lo importante era que lo había logrado. Lo primero que hice fue llamar a Jaione para quedar con ella en la zona del Baluarte. Allí nos vimos y me acompañó a mi ex-casa, donde estaban mis ex-compañeras que ya me tenían preparado un hueco para dormir.

Me duché en unos minutos y salí con Jaione a fiestas en plenos San fermines. Allí estuve con ella y sus amigos.

Aquí estoy con Jaiones y sus amigos.

Más tarde, casualmente me encontré con los amigos de Olabeaga que habían ido a pasar unos días a Sanfermines, y no daban crédito cuando les dije que acababa de llegar en bicicleta.

Pasado el momento de fiesta, nos fuimos, y al llegar a la casa donde viví varios años, me quedé dormido en cero coma.

Bilbao-Barcelona. Día 2. Descanso en Iruña


Hoy es día de reposo después de la matada de ayer, así que me lo tomo con calma y ya que estamos en Sanfermines, me he ido por la tarde a dar una vuelta tranquilamente para ver el ambiente de Iruña. Moverme era doloroso con las agujetas que tengo, y caminar se convierte en algo difícil de hacer.

Ya llegando la noche he salido con Jaione y algunos amigos suyos, pero claro, cuidándome un poco, que mañana continúo mi ruta. Hoy no hay fotos ni nada.

Bilbao-Barcelona. Día 3. Parada en las Bardenas Reales


Hoy no he tenido prisa por salir. Después de descansar, y sin estresarme, se salido de Iruña a las 15.00h, y pedaleando-pedaleando, en poco ya estaba en Potasas (Beriain).

Con el viento a favor, casi ni pedaleaba, y cuando me quise dar cuenta ya estaba en Tafalla, domde paré en el Eroski a comprar algo de comida y para llevar.
Hoy es un buen día porque la bicicleta no pesa, y he ido bastante rápido gracias al viento, y aunque parezca que no, hace muchísimo.
Cuando vi que estaba cerca de las Bardenas Reales decidí visitarlo, pero hablando con un lugareño me dijo lo enorme que es, y que Castiltierra, que es de lo más conocido allí estaba a 17 km, y como ya estaba empezando a anochecer, decidí quedarme a pasar las noche en un refugio para pastores, allí a la entrada de las Bardenas Reales.


Foto del monumento al pastor allí en la entrada del parque natural de las Bardenas Reales

Foto del refugio donde pasé la noche.
Hay que decir que el refugio estaba cerrado y tuve que echar mi saco allí bajo el tejadillo a la intemperie. Hacía mucho calor por la noche.

Total desde Iruña, 85 km

Bilbao-Barcelona. Día 4. Parada en Tardienta


Esta noche ha sido relativamente mala. La zona estaba llena de mosquitos que no dudaban en atacar si estabas un segundo quieto, así que lo primero que hice fue meterme en el saco de dormir y esconderme dentro. Hacía muchísimo calor, y no paraba de sudar toda la noche, y a mínimo que asomaba el hocico allí estaban esperándome para chuparme la sangre. En una de las ocasiones, al asomar la boca para echar una bocanada de oxígeno, me respiré un mosquito y me lo comí, con lo que eso conlleva, media hora con el mosquito atragantado en la garganta. Otros bichos rondaban mi cara, y por suerte a la mañana tenía pocos picotazos.

Me desperté muy temprano, y a las 7:30h ya estaba en camino con la fresca de la mañana. He decidido no pasar más tiempo en las Bardenas Reales, que para visitarlas, ya iré en otra ocasión expresamente.

En poco rato ya estaba entrando en la comunidad de Aragón.

Cuando llegué a Ejea de los Caballeros, decidí reposar tranquilamente, comerme un kebab, y salir tranquilamente destino Gurrea de Gállego.

Hacía mucho calor, y yo que soy tan burro no descanso ni en las horas de mayor sol. Creo que no bajaba de los 40 grados todo el rato.


Ésta es la vista habitual que yo tenía casi todo el tiempo, y de vez en cuando alguna imagen de pueblo ruinoso como este:

Tenía intención de llegar a Gurrea de Gállego para dormir allí, pero casualmente ya no había ninguna pensión, y hablando con unos mozos del pueblo, que por cierto eran unos auténticos pueblerinos con acento incluido, me ayudaron a buscar algún lugar donde dormir en mi trayecto adelante. Buscando en una guía. encontramos una pensión en Tardienta, como a 15 km de allí, y como ya estaba atardeciendo, me puse las pilas y adelante hacia Tardienta. El camino no estaba muy bien señalizado, y me desvié con lo que me supuso 10 km extra, luego resulta que tampoco estaba a 15 km, sino a 20, así que con la tontería me chupé 30 km hasta Tardienta.

Este es el atardecer camino de Tardienta. Ví esta preciosa imagen con los molinos eólicos, y no pude resistirme a inmortalizarla.
Decir que llegué de noche y reventado. Fue llegar a la pensión, intentar sin éxito ver un poco el pueblo, y a la cama.

En el pueblo habían puesto un cine al aire libre donde algunos niños lo veían. Ponían Avatar, sobre una pantalla torcida, la relación de aspecto 19:9 a 4:3, y con subtítulos en Inglés y Castellano.
Cuando estaba para dormir he oído que caía una fuerte tormenta de verano.

Total recorrido hoy 130 Km.

Bilbao-Barcelona. Día 5. Parada en Monzón


No he madrugado nada, y como soy así, salí a las 13:00h, cuando ya el sol pega bien. Hoy también hace un gran calor, y no había ni rastro de la tormenta de esta noche. El gasolinero me dijo que Monzón está a 70 Km, cosa que pensé que podía asumir, aunque a medida que pasaban las horas, Monzón se me hacía cada vez más lejos. El sol pegaba fuerte, y el cansancio acumulado me hacía pensar que me iba a costar llegar. Como ayer, el viento en contra hacía más duro el camino. Cruzando el desierto de los Monegros se nota mucho el calor y la sequedad. A esto tenemos que juntar que estamos en plena ola de calor, pero por suerte el camino era casi todo llano y se hacía mucho más soportable.
Lo que era realmente incómodo era no encontrar ni una sola sombra para no achicharrarme.

Me gustó este paisaje y tuve que fotografiarlo. En estos tramos había algunas cuestas que incomodaban un poco, pero bueno, son gajes del oficio.

Ésta es la última cuesta abajo de los Monegros, así iba yo, sin camiseta y en pantalón de traje de baño, que era lo más fresco que tenía.

Qué mala suerte que he pinchado 3 ruedas. ¿cómo tres? Sí. En el tramo de la foto anterior se reventó la rueda delantera mientras en la trasera se clavaban pinchos de una de esas malezas secas que hay por allí. Eso es por salirme de la carretera en esa zona de maleza pinchuda. Tuve muchísima suerte, porque allí cerca había una zona con sombra, cosa que hacía horas que no veía. Dolía mucho pensar en parar a reparar pinchazos con el semejante calor que hacía. En menos de una hora tenía cambiadas las dos ruedas.

 

Foto de rueda delantera:

Foto de rueda trasera:

Suerte que casualmente llevaba dos cámaras de repuesto, y las tuve que usar las 2 a la vez. Ahora mi temor era volver a pinchar porque ya no tenía más cámaras nuevas.

Mis temores se hicieron realidad, y cuando ya quedaba poco para anochecer, y 20 kilómetros para llegar a Monzón, revienta la rueda de atrás. No sé si será por los baches de la carretera o nosequé, pero reventó. Empecé a reírme por esto que me acababa de pasar. Con buen humor y una sonrisa me puse a pensar soluciones. Anochecía y no sabía si me daría tiempo antes de que cayera la noche, pero cogí una de las cámaras pinchadas de antes, la del pinchazo más pequeño, y comencé a ponerle un parche.

Nunca había puesto un parche de manera tan rápida, lijar, echar pegamento, pegar el parche, presionar, y sin darle a penas tiempo a secarse, ya estaba la rueda puesta e hinchada. La reparación salió perfecta y conseguí salir de este problema con éxito anocheciendo y pude continuar hasta Monzón, que es un pueblo bastante grande, donde mañana compraré cámaras de repuesto.

Llegué de noche como ya es costumbre, y me alojé en un hostal.

He hecho aproximadamente 80 Km, y por hoy han sido suficientes.

Bilbao-Barcelona. Día 6. Parada en Binéfar


Hoy ha sido un día de relax. He hablado con Fátima, una excompañera de piso, y se ha animado a venir a continuar la ruta conmigo. Le ha gustado la idea de ir a Barcelona en bici, y después de unos días preparando su parrilla, alforjas, etc, hoy ha salido en coche a mi encuentro. Yo estoy encantado de que venga a continuar la ruta a mi lado. He estado casi todo el tiempo en el pueblo muy tranquilo esperando su llegada y he aprovechado para hacer unas compras en Mercadona.

Aquí estoy tranquilamente en la plaza de Mercadona comiendo unos snacks mientras espero a Fátima.

Por fin cuando llegó, calculamos el tiempo que teníamos, que no era mucho  y decidimos comenzar nuestra ruta al menos unos pocos kilómetros mientras atardecía.

Aunque hemos hecho poquitos kilómetros hasta Binéfar, ya estamos contentos de haber comenzado los dos, y allí mismo buscamos un lugar para dormir.

Recorrimos el pueblo unas cuantas veces, y por fin encontramos un rincón para pasar la noche. Un aparcamiento cubierto en la entrada de Binéfar, cerca de unas fábricas, entre las cuales estaba el matadero que dejaba un olor realmente pestilente en la zona.

Hoy hemos hecho 15 Km de ruta.

Bilbao-Barcelona. Día 7. Parada en Juneda


Esta noche había mucho movimiento de trabajadores en el aparcamiento, iban y venían en coche despertándonos en todo momento. Muchos nos vieron allí durmiendo y seguro que hoy hemos sido la comidilla entre los trabajadores de las fábricas.

Así nos despertamos al amanecer.

Recogimos nuestros sacos, y muy animador proseguimos nuestra ruta.

Qué ilusión me hizo ver el cartel de Catalunya. Hoy es el día que por fin pisamos tierras catalanas, haciéndose mucho más cerca nuestro propósito de llegar a Barcelona. Aún estamos en la provincia de Lleida, pero nuestra destino se vislumbra cerca. A día de hoy, para mí, es todo un mérito haber llegado hasta aquí y me siento muy satisfecho.

Hemos continuado abrasados bajo el sol durante bastantes kilómetros más hasta encontrar un pueblo antes de que anocheciera. A esas horas el pueblo en el que decidimos parar era Juneda. Ya habíamos hecho 70 km y nos parecía suficiente.

Como era costumbre siembre que cruzábamos un pueblo, fuimos a buscar la fuente, y en este caso estaba a lo alto, cerca de la iglesia. Allí nos propusimos llenar los botellines aunque el agua estuviera demasiado caliente. En el banco de al lado se encontraban tres chicos que nos ofrecieron agua fresca de su casa, todo un detalle! Nos dieron una botella nueva de agua mineral. Ya que habíamos entablado conversación con ellos, decidimos preguntarles a ver si conocían algún lugar donde poder dormir, en plan casa abandonada, pórtico, y así. Estuvieron pensando y no se les ocurrió ningún sitio y nos dijeron que podíamos quedarnos en la casa de uno de ellos. Nosotros aceptamos encantados. Eran muy hospitalarios ya que nos ofrecieron casa, ducha y nos dijeron que podíamos comer de su nevera. Se llaman Yalil, Hasán y Abdul. Nos ayudaron a subir las bicis al piso, que era un 4º. Estuvimos un rato con ellos charlando, y después de la ducha nos fuimos a dormir a «nuestra» habitación. El chico de la casa se mantuvo muy respetuoso, haciendo sus cosas y dejándonos tranquilos con total confianza.


Ésta es nuestra habitación. Cama e 80 para Fátima, y colchón en el suelo para mí. Todo un lujo. Nuestras bicis también durmieron bien esta noche.

Bilbao-Barcelona. Día 8. Parada en Alió


Hemos dormido estupendamente y nos sentíamos con fuerzas para continuar nuestra ruta.

Salimos de casa bajando la bici como pudimos por esas estrechas escaleras.

 

A las 8.30 ya estábamos en camino carretera adelante. Tres hora después entramos en la provincia de Tarragona. Allí que nos paramos a salir de la rutina del pedaleo y a disfrutar haciendo el mono en el cartel de Tarragona.

Después de relajarnos unos minutos volvimos a lo nuestro, al pedaleo constante.
Tengo que admitir que Fátima es muy buena en las cuestas arriba, Le da un poco más de respeto bajar a gran velocidad, pero subiendo tiene mucha fuerza y siempre me deja con la lengua fuera si quiero seguir su ritmo. Pasaban las horas continuando nuestro camino hasta que llegamos a Montblanc donde paramos a comer y descansar en el escenario de la plaza del pueblo.

Montblanc es un bonito pueblo medieval donde estuvimos muy a gusto. Después de comer, fuimos a la piscina municipal a refrescarnos. Ha sido un enorme gustazo poder chapotear en el agua fresca al menos media hora antes de que cerraran.

Conocimos al socorrista, que es el que nos ha hecho esta foto, muy majo él, se llama Dani, y estuvimos mucho rato hablando con él, nos explicó una ruta alternativa para los siguientes 16 kilómetros. La cuestión era que si seguíamos la ruta normal, teníamos que atravesar un gran puerto de 8 km de subida y otros tantos de bajada. Nos indicó el camino por una carretera muerta, la antigua carretera en desuso, pero que en bici se puede ir perfectamente.

Aquí está la foto de Fátima con Dani. Es muy majo, y nos ofreció su ayuda en todo momento, nos ofrecía su casa, comida, ducha y lo que necesitáramos. No pudimos aceptar quedarnos porque teníamos aun kilómetros por recorrer hoy, si no, no dudábamos.

Después de este Break, pusimos nuestros pues en los pedales y continuamos nuestro camino. Gracias a las indicaciones que nos dio Dani, nos ahorramos el puerto, y es más, casi todo era cuesta abajo. Una maravilla de atajo.

Llegamos al pueblo de Alió, y después de darnos unas vueltas para buscar un hueco donde pasar la noche, imaginamos que no llovería y nos tumbamos a dormir a la intemperie al lado de la plaza principal y de la iglesia.

Ni cortos ni perezosos extendimos nuestros sacos, y allí nos quedamos en la calle en mitad del pueblo.
Hoy hemos hecho 65 km

Bilbao-Barcelona. Día 9. Llegada a Barcelona

Hoy será el último día en ruta. Queremos llegar hasta Castelldefels y dar por concluido nuestro viaje, aunque nuestra intención inicial era llegar hoy a la costa.

Hemos salido de Alió para continuar nuestro camino, y a partir de aquí hemos tenido grandes bajadas hasta que por fín cerca de Calafell hemos visto el Mediterráneo! Por fin! Hemos llegado a la Costa Dourada. Me Hacía mucha ilusión ver el mar del Mediterráneo habiendo hecho toda la ruta desde el mar Cantábrico en bici. Por fin, aquí estaba el Mediterráneo y no pude contenerme de hacer la primera foto desde las distancias.

Hoy nos habíamos propuesto llegar hasta la costa y lo habíamos logrado, una vez allí pensamos que podíamos intentar llega a Sitges. También lo logramos. En los últimos tramos hasta Sitges, nos desviamos por unos caminos de tierra para salir de la carretera principal, que ya estábamos aburridos de tanto tráfico. En esos caminos de tierra, sentimos que estábamos perdidos, porque parecía que no tenía fin, pero pronto encontramos la entrada al pueblo. En Sitges comimos a la sombra de unos arboles en una plaza central. Allí Fátima se echó una pequeña siesta.

Después fuimos al a playa a refrescarnos, qué rica estaba el agua del mar.

Después de este chute de energía sabíamos que podríamos hacer los 16 kilómetros que separan Sitges de Castelldefels (que era nuestra meta)

Agarramos las bicis, y animados seguimos hacia nuestro destino final. Las cuestas del Garraf eran algo duras, pero menos de lo que nos habían dicho, así que poco a poco, paso tras paso, continuamos hasta que por fin llegamos. Hoy hemos hecho 80 Km.

Estamos en Caslelledefels. Fin del recorrido! Ruta finalizada!

Fuimos a visitar a Jose, y luego a casa de Emilio, donde cenamos y nos alojaron para pasar la noche. Mañana Fátima se marcha de vuelta a Monzón en tren, donde está su coche para volver a Burgos. Yo me quedo un poco más por aquí.

Foto: Belén, Emilo, Fátima y yo, en su terraza.

Ruta finalizada.

Total del trayecto 700 Km, 9 días, y totalmente satisfecho.

Hacer una ruta así, a la aventura en bicicleta, era algo que siempre me rondaba la cabeza, y sólo necesitaba decidirme y encontrar el momento adecuado. Lo recomiendo totalmente para gente con espíritu aventurero. No hace falta ser un profesional de la bicicleta para hacer cosas así. Solo hay que ponerle ganas e ilusión.

Las claves del éxito han sido la perseverancia, la paciencia, el optimismo, y saber gestionar la energía y mis posibilidades. Mi idea era pasar el día pedaleando, sabiendo que cada pedalada era un tramo más recorrido. Mi energía la he administrado comiendo no demasiado, varias veces al día, y bebiendo agua continuamente. He gestionado mi esfuerzo pedaleando con una misma fuerza determinada constantemente, si había cuestas arriba, cambiaba los platos para pedalear al mismo rito y potencia aunque la bici me desplazara mucho más lentamente (Toda cuesta arriba llega a su fin), y si había cuestas abajo lo mismo, yendo a mucha más velocidad con el mismo esfuerzo constante.

Espero haber transmitido un poco la emoción y sentimientos que he sentido en esta aventura atípica.

Bienve Ferro